El pomelo es perfecto para quienes siguen una dieta, ya que sólo contiene 40 kcal por cada 100 gramos. Al mismo tiempo, la fruta es rica en vitaminas B, C, A, E, P, fitoncidas, potasio, magnesio, flavonoides, ácidos orgánicos, pectina y fibra.
Debido a su rica composición, el pomelo activa el metabolismo de las grasas, y la pectina de los cítricos ayuda a la absorción de proteínas. El pomelo mejora la función hepática, alivia la hinchazón y refuerza el sistema inmunitario.
El aroma de la fruta también te ayudará a superar la debilidad, deshacerte de la fatiga y aliviar la irritación emocional que acompaña a una dieta.
La naringina de este cítrico, que le confiere su amargor, normaliza los niveles de colesterol, mientras que la gran cantidad de fibra, aceites esenciales y ácidos orgánicos mejora la digestión y el metabolismo.